MÁS DE JÚPITER EN VIRGO

En la gratitud, hubo observación, es decir: Si soy capaz de agradecer, es porque soy capaz de ver la bendición. Si hay conciencia, hay presencia. Soy consciente de lo que tengo, lo agradezco (dista del conformismo), entonces, al ser consciente de lo que tengo puedo saber qué es lo que deseo. Si no sé lo que tengo, tampoco puedo ver lo que deseo. A veces cuando pedimos, lo hacemos desde la carencia (necesito), venimos de Júpiter en Leo, un año en donde se nos enseñó a pedir desde la abundancia y reconocer nuestra abundancia. Si aún pidiéramos desde la carencia, no lo apreciaríamos porque la sensación de necesidad se iría incrementando. Cuando pedimos desde la abundancia, la atraemos. Y abundancia no significa comprar un auto nuevo, 20 pares de zapatos y carteras. Abundancia significa reconocimiento de la bendición que me rodea. Con Júpiter en Virgo, si bien nos centramos en los detalles, y no en un panorama general, son los detalles los que vamos a evaluar. Los “adornos”, el cotillón, lo molesto y superficial se va. En este periodo el objetivo es la salud física y emocional, las relaciones reales, las relaciones pulcras, prácticas y serviciales; lo que tenga propósito. El ejercicio es practicar la gratitud día a día, cuando abrimos los ojos, cuando nos vamos a dormir, agradezcamos: Tenemos dos brazos, dos piernas, tenemos techo y comida. Lo demás llega por añadidura, lo demás ES añadidura. Los otros días me dijeron. “es lo mínimo”. No, es lo máximo. Si fuésemos conscientes de que el motor funciona, sabríamos que depende de nosotros generar lo demás. Si el motor no funcionara, no podríamos hacer nada. Es un momento de tirar a la basura y quedarme con lo esencial, lo que me llene el espíritu y el alma.